donde lo hemos tenido
difícil para entrar pero que ha merecido la pena. Dentro había un sonido de vacío profundo, que inspiraba el vacío del universo.
Hemos tenido que aguantar la respiración durante unos segundos para poder disfrutar de ese silencio.
Sólo unas pocas gotas de agua se podían escuchar a
lo lejos de la cueva. Esta cueva se llama la Bofia de Sant Jaume, y está situada al Cingles de Taravil.
Después, camino a Rivera Salada, que es un río donde el agua estaba helada, pero increíble.
Y después hemos hecho una pasada por Solsona (precioso el pueblo), y de vuelta a CARDONA y cap a casa.